Capítulo 4: El perfecto joven amo cae en el fango

 
Al confirmar que había perdido su superpoder, Jing Yi se sintió como un pequeño brote marchito. Le parecía que su futuro en la familia Li no sería nada bueno.
 
Los cuatro jóvenes amos de la familia Li eran "unos locos idiotizados por amor". Cuando se enamoraban, no reconocían a nadie, ni siquiera a su propia familia. Sin un sistema o superpoder para remediar la situación, Jing Yi tendría que pensar en muchas maneras de evitar que sucediera la tragedia. Y si fallaba, no solo la familia Li se arruinaría, sino que él también correría el riesgo de quedarse sin empleo.
 
¡Ochenta mil al mes!
 
Jing Yi estaba irritado.
 
Un trabajo tan bueno que se esfuma en el aire.
 
Suspiró y, con desánimo, se dirigió a la puerta. De reojo, se encontró con una figura humana que colgaba de la ventana, balanceándose de un lado a otro.
 
Jing Yi: ¡¡¡¡¡¡¡¡
 
¡S.O.S!
 
En solo un segundo, decenas de imágenes de películas de terror pasaron por la mente de Jing Yi.
 
¿Qué? ¿En estas novelas antiguas también hay fantasmas?
 
—Shhh... Mayordomo Jing, no grites —dijo una voz baja y familiar.
 
Jing Yi se detuvo y vio que se trataba de Li Mingzhi, que estaba escapando de la casa.
 
Jing Yi abrió la ventana. Li Mingzhi se balanceaba.
 
—Joven amo, ¿está en un columpio?
 
—No —dijo Li Mingzhi, señalando su cabeza. —Las sábanas son demasiado cortas. Apresúrate y ayúdame a encontrar algo para extenderlas, no puedo bajar.
 
Li Mingzhi, "el genio", no solo había calculado mal el largo de la sábana, sino que también había envuelto la cuerda alrededor de su cuerpo, desde las axilas hasta el pecho. Se quedó atorado, colgando de la ventana, como una enorme araña aturdida por el viento.
 
—¡Apúrate! —lo instó la araña.
 
Jing Yi asintió, se dio la vuelta y se fue corriendo: "Claro, iré a buscar la forma de atra... de salvarlo. Espéreme".
 
Li Mingzhi lo miró con los ojos esperanzados: "¡Tienes que ser rápido!".
 
Cinco minutos después, Li Mingzhi escuchó pasos detrás de él. Su corazón se llenó de alegría: "Mayordomo Jing, ¿ya se le ocurrió una forma?".
 
Jing Yi: "Así es".
 
—¿Es una escalera? Iré a por ella... —Li Mingzhi volteó y se encontró con los dos guardaespaldas de traje negro que estaban de pie junto a la pared.
 
"..."
 
Li Mingzhi se quejó: "Mayordomo Jing, me mintió".
 
—No lo hice —dijo Jing Yi con una sonrisa. —Busqué por toda la mansión, por dentro y por fuera, y solo encontré estas dos "escaleras humanas".
 
[Pobre niño, es demasiado ingenuo. Si no lo engaño a él, ¿a quién?].
 
Los guardaespaldas: "..."
 
Li Mingzhi: "..."
 
Los dos guardaespaldas se acercaron, listos para bajar a Li Mingzhi: "Joven amo, lo ayudaremos a ba...".
 
—¡No, no, no, no! —gritó Li Mingzhi, revoloteando. Trepó rápidamente por la pared con sus manos y pies, evitando que los guardaespaldas lo tocaran.
 
Jing Yi: "..."
 
Se parece más a una araña ahora.
 
—Mayordomo Jing, haz que se vayan —dijo Li Mingzhi, aferrándose a la sábana. —De lo contrario, no bajaré. ¡Ni muerto bajo!
 
Jing Yi se quedó pasmado. Por primera vez, mostró una expresión pensativa.
 
[No, esta amenaza... ¿cómo me afecta? Si no baja, no baja. No soy yo el que está colgando...].
 
Li Mingzhi: "..."
 
Qué rabia. Quiero llorar.
 
Dos minutos después, la "araña" Li se dejó bajar de la pared obedientemente por los guardaespaldas. Lo primero que hizo al tocar el suelo fue limpiarse la cara y mirar a Jing Yi: "Mayordomo Jing, me las pagará".
 
Jing Yi se mantuvo imperturbable: "Agradezco que piense en mí, joven amo".
 
Li Mingzhi: "..."
 
El alboroto de abajo alertó a los tres hermanos, que estaban en la biblioteca. Li Wenzhao apareció en la puerta con el rostro serio: "¿Qué están haciendo?".
 
Li Mingzhi encogió el cuello y se escondió hábilmente detrás de Jing Yi.
 
Jing Yi: ¿...?
 
Jing Yi parpadeó: "Jugando al columpio con el joven amo".
 
Li Wenzhao miró la sábana que colgaba de una ventana en el segundo piso y entendió de inmediato: "Li Mingzhi, ven a la biblioteca conmigo".
 
Luego, miró a Jing Yi: "Mayordomo Jing, tú también ven".
 
La biblioteca de la familia Li era prácticamente un lugar prohibido. Solo el personal de limpieza tenía permitido entrar. Esto se debía a que Li Wenzhao era un adicto al trabajo que se llevaba los contratos importantes a casa. Y, según la descripción de esta novela, esos contratos valían millones por minuto.
 
En la biblioteca, Li Wenzhao se sentó en el asiento principal. Li Xu y Li Ting se sentaron a los lados, todos con expresiones serias, como viejos y justos magistrados a punto de iniciar una audiencia.
 
Li Mingzhi se quedó de pie en el centro de la habitación, listo para ser interrogado.
 
Jing Yi pensó en dónde debía colocarse y se movió lentamente para pararse al lado de Li Wenzhao. Este es el lugar del estratega, perfecto para alguien tan inteligente y sabio como él.
 
—¿Qué planeas hacer con lo de Ning Jiang? —preguntó Li Wenzhao.
 
Li Mingzhi refunfuñó en voz baja con resentimiento: "¿Qué puedo hacer? Ya lo expulsaron ustedes".
 
Li Ting: "¿Qué dijiste?".
 
Li Mingzhi encogió el cuello, con un poco de miedo.
 
Jing Yi evaluó a Li Mingzhi y pensó que el chico aún no se había dado por vencido. Escapar de formas tan extravagantes no era la solución. Tenía que encontrar una manera de acabar con el problema de una vez por todas.
 
[En realidad, no es difícil. Llama a Ning Jiang, y deja que el joven amo vea con sus propios ojos qué clase de persona es. Luego, la familia Li puede enviar a alguien para romper la pareja y darle dinero para que se vaya. Cuando Ning Jiang se marche felizmente con el dinero, lo denuncian a la policía por estafa. ¡Bingo! ¡El estafador recibe un paquete especial con todo pagado para ir a la cárcel!].
 
[Pero... ¿en este mundo de CEO no hay policías?].
 
"..."
 
Los tres hermanos Li se miraron en silencio, evaluando si el plan era viable.
 
Li Mingzhi miró a Jing Yi con incredulidad. Sus ojos se enrojecieron y las lágrimas se acumularon lentamente: "Él... ¡Jiang Jiang no es un estafador! Es gentil, amable y con muy buenos modales. Me dijo que no le importaría si yo no tuviera un solo centavo".
 
[¿Entonces por qué huyó en cuanto supo que eras un pobretón?].
 
Li Wenzhao le dirigió una mirada de aprobación.
 
—Él... —Li Mingzhi se sonrojó: —Él debe tener sus razones... ¡Quizás fue su jefe quien lo llamó y se tuvo que ir de prisa! ¡Seguro que volverá!
 
[¡Increíble! ¿Aun así se puede encontrar una excusa para convencerse a sí mismo?].
 
Jing Yi suspiró.
 
El niño se volvió aún más tonto de tanto estar en el columpio.
 
La trama se desvió un poco del original. Li Mingzhi, por alguna razón, no se había ido con Ning Jiang.
 
Jing Yi recordó seriamente la historia, tratando de recordar qué hizo Ning Jiang después. Esta parte sucede al inicio, y el resto del libro tenía demasiados personajes secundarios y era tan caótico que no lo recordaba bien.
 
Jing Yi se quedó en blanco por un momento, buscando en su memoria.
 
[¡Lo recuerdo!]
 
Jing Yi gritó en su mente, y el bolígrafo en la mano de Li Wenzhao casi se le cae.
 
Li Ting, que estaba muy cerca de Jing Yi, se frotó la oreja.
 
[Para obtener todas las propiedades del joven amo, Ning Jiang sobornó a un médico sin ética y obtuvo un historial médico falso, alegando que sufría de leucemia, la misma enfermedad que tienen los protagonistas de las novelas de drama. El joven amo, con el corazón roto, transfirió sus acciones de la empresa a nombre de Ning Jiang para que se pudiera concentrar en el tratamiento y no se preocupara por nada].
 
[Sin embargo, mientras el joven amo se esforzaba por encontrar un donador, Ning Jiang se hizo cargo de la compañía, usando el nombre de Li Mingzhi para robar millones. La empresa fue a la quiebra. Seis meses después, el joven amo se enteró de la verdad, pero ya era muy tarde. Ning Jiang le rompió las piernas y lo echó a la calle. Tuvo que vivir de limosnas. Poco tiempo después, fue vendido a una mina de carbón ilegal y casi muere en un derrumbe. Logró escapar, pero Ning Jiang lo capturó de nuevo y lo vendió a un mercado negro, donde le sacaron todos sus órganos].
 
[Un joven amo tan noble y perfecto, terminó sus días sin un cuerpo completo], Jing Yi suspiró profundamente.
 
[Ese es el precio de un 'ciego de amor'].
 
El final de Li Mingzhi fue demasiado cruel. Jing Yi sintió pena y, mientras pensaba en cómo darle pistas al joven amo, levantó la mirada y vio que los tres hermanos estaban furiosos.
 
El rostro de Li Wenzhao se había puesto negro de rabia.
 
Y Li Mingzhi miraba la alfombra con la cara pálida y los ojos muy abiertos.
 
Jing Yi: ¿?
 
¿Y ahora qué? ¿Qué estupidez cometió Li Mingzhi en el pequeño momento en que él estaba recordando la trama?
 
Los tres hermanos Li miraron a Jing Yi con expresiones complejas.
 
La corta vida de Li Mingzhi puede ser descrita como "un paso, diez trampas". Su vida perfecta fue arruinada, cayó del paraíso al fango. ¡¿Y al final, su vida terminó en un horrible intercambio ilegal, sin un cuerpo completo?!
 
Si antes Li Wenzhao solo quería enviar a Ning Jiang a la cárcel.
 
Ahora, solo le quedaba el deseo de destruirlo todo. Innumerables pensamientos oscuros surgieron en su mente.
 
Quería que Ning Jiang sufriera la misma oscuridad.
 
Los padres de la familia Li habían muerto jóvenes. Li Mingzhi había crecido siendo mimado por sus tres hermanos. No importaba lo duro que lo regañaran, no podían dejar de lado su amor por él. Y su pequeño hermano, a quien tanto querían, estaba siendo tratado así por Ning Jiang.
 
Hasta un hombre de barro se llenaría de rabia.
 
—Hermano mayor —dijo Li Ting, que solía ser juguetón, con el rostro serio. —Déjamelo a mí.
 
Li Xu y Li Ting eran gemelos, pero sus personalidades y acciones eran muy diferentes. Li Xu era un poco más frío: "Yo me encargo".
 
Las palabras que Jing Yi gritó en su mente impactaron a Li Mingzhi. No podía creer que el tonto que dio todo de sí mismo, del que hablaba el mayordomo, fuera él mismo.
 
Entregó todo su amor, y lo que recibió fue un final sin cuerpo completo.
 
Aunque no estaba seguro de que las palabras de Jing Yi fueran ciertas, lo que escuchó era lo suficientemente impactante como para sorprenderlo por trescientos años.
 
Li Mingzhi no podía aceptarlo: "¿Cómo puede ser... cómo podría él hacerme eso?".
 
Li Ting soltó una risa ligera, decepcionado: "¿Qué, todavía tienes esperanzas en él?".
 
Li Xu frunció el ceño, un poco decepcionado de su hermano menor: "Desde pequeños, nunca interferimos en tus decisiones. Si querías aprender a montar a caballo, el hermano mayor te construía una pista. Si querías hacer música, yo te encontraba al mejor equipo. Cuando regresaste de tu viaje al extranjero y te obsesionaste con esquiar, el tercer hermano pasó meses construyéndote una pista de esquí bajo techo... Li Mingzhi, siempre has tenido una educación de élite y acceso a los mejores recursos. ¿Por qué ahora no puedes distinguir lo que está bien de lo que está mal?".
 
Jing Yi se quedó pasmado al escuchar todo esto.
 
Sabía que la familia Li era rica, pero no tanto.
 
A Li Mingzhi se le hizo un nudo en la garganta. Sí, ¿cómo me volví así?
 
¿Será verdad lo que dijo el mayordomo, que es por ser un "ciego de amor" demasiado intenso?
 
Bajó la cabeza en silencio. Justo en ese momento, su celular sonó.
 
[Mi amado Jiang Jiang]: [Imagen][Imagen][Imagen]
 
Li Mingzhi hizo clic, y lo que vio fue un informe médico de un hospital de primer nivel.
 
[Paciente: Ning Jiang]
 
[Fecha de consulta: Hace dos meses]
 
[Diagnóstico del hospital: 1. Quimioterapia de mantenimiento para un tumor maligno, 2. Leucemia mieloide aguda de alto riesgo...]
 
Li Mingzhi no entendía los detalles del informe, pero las palabras "leucemia" en el informe de laboratorio eran claras.
 
Todo era exactamente como Jing Yi había dicho.
 
El teléfono vibró varias veces.
 
[Mi amado Jiang Jiang]: retiró tres mensajes.
 
[Mi amado Jiang Jiang]: Se lo envié a la persona equivocada, Zhi zhi. Siento haberte ocultado esto, solo temía que te preocuparas.
 
[Mi amado Jiang Jiang]: Ahora estoy en el hospital, y mi enfermedad parece haberse agravado. Sabes que no tengo muchos amigos y no tengo a nadie que me acompañe. ¿Podrías venir a hacerme compañía?
 
Li Mingzhi apretó el teléfono con fuerza.
 
Li Xu pensó que Li Mingzhi había caído de nuevo y suspiró, decepcionado: "Olvídalo, hermano mayor. Me encargaré yo de lo de Ning Jiang...".
 
—No es necesario.
 
Jing Yi se sobresaltó y miró a Li Mingzhi.
 
El joven amo, que estaba en el centro de la habitación, levantó la cara. Su expresión ya no era tan ingenua como antes. Miró a Li Wenzhao con calma: "El desastre que causé, yo mismo lo arreglaré".